¿Por Qué No es Recomendable Portear al Bebé Mirando Hacia Adelante?

¿Por Qué No es Recomendable Portear al Bebé Mirando Hacia Adelante?

Portear al bebé mirando hacia adelante no es aconsejable por varias razones importantes, que afectan tanto a su comodidad física como a su desarrollo emocional y neurológico:

1. Falta de Ergonomía para Bebés Pequeños: La ergonomía se refiere a diseñar y arreglar las cosas de manera que se adapten perfectamente a las personas, asegurando su comodidad y eficiencia. Cuando porteamos a un bebé mirando hacia adelante, especialmente si es pequeño, no estamos respetando su fisionomía natural. Esto significa que la posición no respeta la estructura y necesidades físicas del bebé, como mantener una curvatura adecuada de su espalda o asegurar la posición de «ranita» de las piernas para el desarrollo saludable de sus caderas.
2. Riesgo de Sobre estimulación y Estrés: Los bebés son particularmente sensibles a su entorno, y enfrentarse directamente al mundo puede ser abrumador para ellos. Esta posición los expone a una cantidad excesiva de estímulos visuales y auditivos, lo cual puede ser demasiado para procesar, resultando en estrés e irritabilidad. La sobre estimulación ocurre cuando los bebés reciben más información sensorial de la que pueden entender o asimilar, lo que podría afectar negativamente su estado de ánimo y bienestar general.
3. Falta de Contacto Visual con el Cuidador: El contacto visual con el cuidador es crucial para los bebés, especialmente durante los primeros seis meses de vida. Esta interacción es fundamental para el desarrollo neurológico del bebé, ya que fortalece el vínculo afectivo, promueve la seguridad emocional y estimula el desarrollo cerebral. Cuando el bebé está orientado hacia el mundo, pierde la oportunidad de ver la cara de quien lo porta, lo que limita estas interacciones vitales para su crecimiento emocional y cognitivo.