Porteo
Cuando comenzamos esta linda travesía de la crianza, nos dedicamos a investigar y abastecernos de herramientas que nos faciliten o que se relacionan con esta etapa. Y entre estas herramientas podemos encontrar los portabebés, el usar alguno de estos es lo que se conoce como porteo y sobre eso les hablaré hoy, específicamente sus beneficios, ya que lejos es una de las alternativas que mas beneficios entrega a toda la familia.
Todos los bebés nacen con la necesidad de contacto, de ser cargados, alimentados y cuidados. El contacto es imprescindible para la autoorganización física, sensorial y sensomotriz, así como de la formación de la personalidad y de las relaciones sociales del bebé.
El bebé espera estar sobre el cuerpo de su madre (o su cuidador principal) y no tiene sentido nada de lo que hace, si no es desde ese punto de vista. La relación madre-bebé proporciona la regulación fisiológica al bebé. Un bebé separado de su madre experimenta disminución de la frecuencia cardíaca y de la temperatura, trastornos del sueño y cambios en el electroencefalograma, es decir, un deterioro en los procesos de autorregulación.
Tras el parto, el bebé reconoce el cuerpo de su madre como su hábitat, sintiéndose seguro. Conforme crece, esta sensación de seguridad en contacto con su madre se mantiene y, poco a poco, se amplía al resto de los cuidadores habituales. El porteo facilita que otros cuidadores creen vínculo con el bebé.
Él bebe se siente seguro, estará tranquilo. Sabe que su supervivencia está asegurada, por lo que no activa sus sistemas de alerta. Esto un mecanismo evolutivo, existe en todos los mamíferos: cuando los seres humanos eran cazadores-recolectores, un bebé solo, estaba en grave peligro. Al sentirse tranquilo y evitar el estrés, el bebé puede usar todas sus energías en crecer.
Un bebé tranquilo, que se siente seguro, puede conciliar el sueño con más facilidad y tiene, por tanto, más oportunidades de dormir. El resultado es que los bebés tranquilos y seguros suman, al final del día, más horas de sueño y de mejor calidad. Esto último es especialmente importante, ya que el cerebro humano organiza las experiencias vividas durante el sueño.
Estar bien porteado es respeta la postura fisiológica del recién nacido. Ésta es una postura más cerrada, donde podremos observar sus rodillas más arriba que sus glúteos y su espalda redondeada.
Respetar esta postura e ir adaptándose a ella mientras el bebé crezca favorece el correcto desarrollo de su columna: El dorso del recién nacido es cifótico, en toda su extensión, y desarrolla la lordosis cervical cuando comienza a levantar la cabeza al tercer mes y la lordosis lumbar cuando comienza a sentarse y a caminar, entre el sexto mes y el año. En el plano frontal, la alineación ha de ser completamente recta. Se puede interpretar entonces que las curvaturas vertebrales son el producto de sucesivas adaptaciones para cumplir con la función de bipedestación. Es por eso bien porteado promueve el porteo respetuoso y seguro, que vaya en de la mano con estos hitos de desarrollo.
Estar bien porteado protege el desarrollo de las caderas. La posición fisiológica típica del recién nacido es, junto con la cifosis del dorso, la posición de las caderas en “postura ranita”: 100º flexión y 45º de abducción. Permite a los bebés ser porteados fácilmente abrazados a nosotros o a la cadera, el sitio “normal” de acarreo de bebés en los humanos. En esa postura, la cabeza del fémur apoya contra el fondo del acetábulo, permitiendo el correcto desarrollo de la cadera y evitando problemas como la displasia.
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