Cada integrante es relevante, desde la base hasta el líder. Por lo mismo, el compromiso es clave, así como la eficiencia de cada uno para lograr un fin común.
Pero, ¿cómo hacerlo?
Lo primero es comprender qué implica tener un equipo de trabajo efectivo. Para eso, podemos destacar las siguientes características:
•Objetivos definidos: Cada persona del equipo debe saber exactamente cuáles son los objetivos que se quieren alcanzar y cuál es su importancia.
•Roles: Cada integrante debe saber muy bien cuál es su rol dentro del equipo.
•Apoyo: El trabajo de cada individuo debe ir en función de alcanzar los objetivos en común.
•Excelente comunicación: Deben existir canales adecuados para que todo el equipo pueda comunicarse de manera fluida.
•Desarrollo individual: Y si bien el objetivo final tiene que ver con una meta en conjunto, es importante que cada persona mantenga su voz, eso que lo hace especial y auténtico.
Ahora que ya tienes más claras las características de un equipo efectivo, es hora de ver cómo lograrlo. Aquí te dejamos algunas claves:
Liderazgo efectivo
Nada sacamos con tener individuos comprometidos, si no están comandados por un líder eficaz. Su influencia es vital para dirigir al equipo hacia los objetivos de manera clara, fomentando la confianza a través de un enfoque honesto y fuerte a la vez.
El líder, además, debe ser capaz de sacar lo mejor de cada integrante del grupo, y de crear un ambiente amigable y motivante para la fluidez de las ideas.
Fomentar la colaboración y conexión entre los miembros del equipo
Es vital, sobre todo al comienzo, que el líder sea capaz de generar las conexiones entre los miembros para que todos trabajen hacia un mismo objetivo. Sin embargo, llegado cierto punto, es importante que el equipo sea autosuficiente y no requiera todo el tiempo de alguien que le diga qué hacer.
Para esto, es vital que cada miembro reconozca sus fortalezas y tenga muy claro el rol dentro del conjunto.
Estructura
Con los roles definidos, llega la hora de estructurar y fijar los lineamientos de cómo se llevará a cabo el trabajo. Establecer procedimientos y especificar algunas normas será muy necesario, sobre todo si el equipo cuenta con más de 6 integrantes.
Visión común que genere compromiso
Tener objetivos definidos es importante, pero no es lo único. También es necesaria una visión común, ya que permitirá que el equipo comparta un camino y sepa hacia dónde dirigirse y por qué debe hacerlo.
Al mismo tiempo, generará el compromiso de cada uno, favoreciendo la motivación y el compromiso.
Reconocimiento del éxito
Es muy importante que cuando el equipo o alguno de sus individuos realice un buen trabajo, se reconozcan sus logros. Esto ayudará a construir un espíritu de convivencia más feliz y productivo, al mismo tiempo que mejora la confianza personal y colectiva.
Actividades o métodos que hagan más fuerte al equipo
Crear espacios para que los equipos trabajen en conjunto, ya sea a través de actividades o eventos, es vital para promover relaciones sólidas y generar un sentido de pertenencia. Para esto, puedes recurrir a diferentes acciones de team building, que van desde encuentros deportivos hasta voluntariado.
Evaluación constante
No se trata de poner nota a cada proceso, sino más bien de realizar revisiones constantes de las actividades para definir si van en función de los objetivos que se quieren alcanzar.
Esto, además, generará una instancia de feedback en la que los integrantes podrán dar sus opiniones, analizar qué es lo que no está funcionando, y ver cómo se podrían mejorar ciertas cosas.
Si bien crear equipos de trabajos efectivos puede llevar un tiempo, no traerá más que beneficios a una organización. Los empleados se sentirán comprometidos, se mostrarán activos en el desarrollo de sus labores, y además aumentará la retención del talentos. ¿Genial, no?